Llegar al final del ciclo biológico de la menstruación supone para muchas mujeres el final de una etapa asociada a la juventud, a la actividad sexual puesto que se tiene la creencia de que baja la líbido. Ya no soy una mujer activa, ya no podré tener hijos independientemente de que los desee o no, mi vejez ha decidido por mí. Sufriré sofocos, engordaré, seré carne de osteoporosis, y un sinfín de males más que colaborarán a sumirnos en una profunda depresión de menopausia y ocaso.
Para llevar mejor los síntomas desde la perimenopausia (los años previos a la propia menopausia donde empieza a descender la producción de estrógenos, una de las hormonas más importantes ligadas a nuestro ciclo menstrual) es conveniente dejarnos ayudar por un@ profesional, como un@ ginecólog@, además de seguir pequeñas pautas como cuidar un poco nuestra alimentación (el calcio es un gran aliado para nuestros huesos), descansar, practicar meditación, hacer ejercicio moderado como salir a caminar por la orilla del mar para beneficiarnos del exfoliante que le regalaremos a nuestros pies y el aporte de yodo y sodio que nos dará el agua marina. Y sobre todo, lo que más nos va ayudar es cambiar el enfoque pesimista de la menopausia y darle un giro apoteósico: en vez de entrar al ocaso de la menopausia, tras la menstruación la Mujer se corona abrazando la Plenopausia o Menopausia Sagrada.
¿Por qué utilizo este término? Porque la Plenopausia supone también el fin de la vida menstrual, pero en vez de como una pérdida de un símbolo muy representativo de la feminidad (aunque no nos haya gustado tener la regla), es una subida de status personal: paso de ser cíclica a alcanzar mi madurez emocional, ya no necesito conocerme durante las cuatro fases que dura mi ciclo y depurar cada mes lo que ya no necesito.
Soy Plenopaúsica precisamente porque soy una Mujer Plena. Y si en algún momento necesito regirme por mis Arquetipos, sabré reconocerlos en mí o simplemente miraré a la luna y me sincronizaré con ella.

La Mujer Otoñal
El ocaso del sangrado menstrual no supone el fin de mi vida como Mujer, sino un profundo cambio hacia mis adentros para renacer en plenitud, siendo totalmente consciente de la Mujer que Soy. Después de tantos años de cambios cíclicos me he ganado elegir mi propio balanceo de mis Arquetipos Menstruales.
Y hablando de Arquetipos, si recuerdas las Meditaciones Estacionales de Útero de las que te hablé en el artículo de los propios Arquetipos, la que dedicamos al Otoño se centra en equilibrar y hacer balance de todo lo vivido para quedarnos con aquellas cosas que nos hacen felices. Trabajamos con elemento Fuego porque quemamos los restos y los transmutamos en virtudes (es decir, aprendemos de nuestra experiencia).

Somos Chamanas y Hechiceras en potencia, porque, como recordarás, La Hechicera se mueve graciosamente entre la Luz y la Sombra, y su poder de atracción es tan grande que, tras toda una vida cíclica tratando de seducirte, consigue abrazarte plenamente cuando dejas de ser cíclica.
Hay un Rito de Paso precioso para este momento, que tiene lugar cuando la mujer decide asumir su status de plenopáusica, y se corona como Chamana, otro de los nombres que recibe el arquetipo de la Hechicera. Podría decirse que, de manera natural, la plenopaúsica adopta este arquetipo puesto que es el que se mira más adentro, el que más convive consigo misma. De alguna manera, la Chamana reúne las virtudes de los demás arquetipos aunque tomando conciencia de que todo parte de ella y finalmente también es para ella: es activa como la Doncella, es creadora como la Madre y destructora como la Bruja. Es el arquetipo de la transmutación.
En este rito antes nombrado, la mujer plenopaúsica inicia un viaje hacia sí misma donde se conecta con su oscuridad y sus sombras para liberarse de ellas y volver a nacer como una Mujer Plena y Consciente, que se ama y que se elige a Sí Misma. Mediante una meditación guiada, la iniciada realiza un viaje en barca hacia sus aguas más profundas, experimentando diferentes experiencias de soledad, tristeza, abandono, alegría, ternura o liberación. Para dar el siguiente paso y abrir cualquier ciclo, primero hay que depurar y cerrar bien el anterior, y esto es algo que la Chamana lo sabe muy bien.
Es Mi Momento
Cuando eras cíclica, tenías la misión de encontrarte y equilibrarte como Mujer dentro de cuatro Arquetipos y en una sociedad patriarcal que no da espacio a tu Guerrera Yang ni a tu Diosa Incomprendida, que quiere a tu Madre Sumisa y a tu Bruja Ausente. Ahora que eres Plenopáusica, la sociedad patriarcal te hace menos caso, lo que puede llevarte a la catastrófica conclusión de “soy invisible”, “ningún hombre volverá a mirar a esta pobre anciana” o mi favorita, “ya no sirvo como mujer”. Prueba a cambiar estas sentencias tan destructivas por soy libre, elijo a quién mirar y soy la Mujer que quiero ser. Cambio el concepto de “pobre anciana” por Mujer Sabia. Fluyo con la vida, acepto el cierre de ciclos y el inicio de otros nuevos, creo mis ocasiones y oportunidades, vivo a merced de mí, abrazo el presente y disfruto. Es Mi Momento.

Deshazte de lo viejo, lo improductivo, lo que te limita o ha quedado obsoleto, y la Diosa llenará el espacio vacío con nuevas energías maravillosas.
Miranda Gray
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