Síntomas de la Mujer que no encuentra su Hogar
Seguramente alguna vez hayas escuchado o incluso tú misma lo hayas dicho eso de “se me caen las paredes encima”. Nos referimos a la sensación de agobio al estar dentro de casa, es como una especie de claustrofobia de mi hogar. O quizás ese es el problema, que estoy en mi casa pero no en mi hogar. No me siento a gusto donde estoy ni cómo estoy ahí, por eso las paredes me acosan y me encierran, para que desee irme.
Los fibromas, quistes, miomas representan la invasión de mi hogar. Nuestro Útero es nuestro espacio de creación y de poder. El hogar de la Diosa que somos. Llenamos nuestro espacio con nuestras historias, memorias, proyectos, hijos. Pero cuando ese hogar está invadido por bultos invasivos, la creación no tiene lugar, porque, literalmente, no tiene espacio para crecer.
¿Qué es un fibroma?
El fibroma, también llamado mioma, es un tumor benigno consistente en una conjunción de tejidos con tendencia a crecer. Metafóricamente, es como un embarazo, siendo esa masa creciente la representación de un bebé. Podemos encontrar memorias de abortos o pérdidas de hijos ya nacidos por fallecimientos o adopciones. A su vez, puede tratarse de una negativa a tener hijos, bien por miedo al compromiso o por decisión propia no apoyada.
El mensaje del fibroma
Al aparecer el fibroma en la sede de la maternidad y de la sexualidad femenina, los asuntos que concierne son el hogar familiar y las relaciones de abusos y represiones que pude haber vivido. Sentí que no pude elegir, que no me lo permitieron.
Sea como fuere, cargo un bebé psicológico en mi Útero, representante de aquello que estoy concibiendo y que, en el fondo, no lo he elegido.
La pérdida de un hij@, proyecto, sueño, idea, conlleva pena, y el crecimiento de la misma alimenta la masa del fibroma. Ese ente formado por tejidos innecesarios ocupa el espacio que tengo para crear mis propios hijos-ideas. La primera acción que se debe llevar a cabo es liberarse de la pena, del pesar acumulado desde la aparición del bulto. Elegimos cambiar la pena por la felicidad, la cual nos ayudará a limpiar nuestro Útero y todas las memorias dolorosas y de represión que encontremos en él. No hacer lo que pensamos que esperan de nosotras puede llevarnos a pensar que vamos a decepcionar a quienes han puesto expectativas en nosotras. Creemos que cargar con el bebé psicológico nos hace ser mejores personas a ojos de los demás, pero lo único que conseguimos es machacarnos con la creencia de que no merecemos la felicidad porque no somos buenas personas.

¿Cómo sano mi fibroma?
Al enfrentarnos a un problema de invasión, del tipo que sea, implica trabajar nuestros límites. Desde aquellos que les ponemos a los demás como los nuestros propios. No permito que entres en mi espacio y lo ocupes y tampoco me permito ceder. Las memorias de invasión nos descubren tendencias a querer pasar desapercibidas en algunos aspectos y de vernos invadiendo espacios ajenos o abusando de otros sin querer.
Disfruta de tu espacio con una infusión de artemisa y sauzgatillo, juntas o de manera individual. Buenas flores de Bach para liberar nuestro espacio son Centaury, Elm y Heather.
Trabajar los límites invita a terapias como la silla caliente, en la que podrás establecer límites con quien lo necesites imaginando que está sentado frente a ti.
Endometriosis: mi miedo a concebir
Concebir significa crear de mí, para después parir. Normalmente asociamos este término a concebir un bebé, pero en realidad concebimos todos los meses un óvulo que acabamos pariendo en forma de hemorragia menstrual. Pero podemos concebir todo lo que queramos: una idea, un proyecto, un sueño, un deseo. Una vez que esté maduro, esa concepción debe ser dada a luz, pero a veces eso no pasa, por lo que ese fruto se queda estancado en el limbo de la ilusión, en la antesala de nuestra realidad.
La endometriosis es una de las enfermedades femeninas más típicas, que consiste en la generación de endometrio, el tejido uterino que alberga al feto durante el embarazo, fuera del útero. Éste se genera durante el ciclo menstrual y, si el óvulo no es fecundado, se expulsa junto a él durante la menstruación. Por eso perdemos tanta sangre, porque expulsamos todo el entorno que el útero ha preparado para acoger al feto durante nueve meses.
El tejido endometrial que provoca la endometriosis suele albergarse en los ovarios, o en las trompas de falopio, incluso se han registrado casos en los que el tejido viaja hasta el abdomen. Este endometrio forma una especie de útero que albergará el óvulo una vez que se desprenda de los ovarios, por lo que si la mujer mantiene relaciones sexuales con eyaculación intravaginal este óvulo puede ser fecundado antes de llegar al útero, porque ha sido acogido por el tejido endometrial externo.
Por supuesto, este embarazo no saldrá adelante, porque este falso útero no reúne las condiciones del útero real, no va a alimentar al feto ni lo va a mantener a la temperatura que necesita, por lo que el aborto será evidente. No tratar la endometriosis puede suponer problemas de infertilidad.
El mensaje de la endometriosis
A nivel de relación entre síntomas y enfermedades, como trabajamos en Terapia y Empoderamiento Menstrual, el útero representa el hogar, ya que es el primero que tenemos cuando llegamos a la vida. La portadora de nuestro primer hogar es Mamá, por lo que también se relaciona con ella, tanto la madre física como la emocional, o incluso nuestra capacidad de maternar, de ser madres de otros o de nosotras mismas. Ya conoces muy bien la importancia que le damos al Útero, cómo guarda nuestras memorias ancestrales y nos conecta con nuestra energía sagrada femenina. ¿Por qué necesita entonces una mujer tener dos úteros?
La endometriosis nos indica que la mujer tiene miedo a concebir, concretamente al parto. Suelen desear ser madres, pero hay una creencia de que el parto duele, o que parir es peligroso. ¿Qué supone el parto? Expulsar al bebé del cuerpo, de la misma manera que expulsamos la sangre menstrual, los residuos del embarazo no producido. Parimos igualmente. Hay una separación entre la madre que alberga el fruto en su vientre y el propio fruto que se separa de su primer hogar para alcanzar, en primer lugar y antes que nada, su independencia física. Al parir, al soltar, la mujer se libera, la mujer deja ir.
¿Hay acaso un miedo al desapego? ¿De qué o de quién no me quiero separar?
Todo lo que concibo fuera de mi útero refleja mi sentimiento de impotencia.
Si el miedo de esa mujer es cuando se posiciona como madre, podemos encontrarnos con casos como inestabilidad económica o falta de techo propio. Por ejemplo, una mujer que se queda embarazada y sabe que no va a poder mantener a su hijo, o que no tiene casa física y vive con sus padres o con sus suegros, e incluso que no tiene hogar, porque puede tener casa pero su pareja no está nunca. Como portadora del útero, ella crea el primer hogar de su bebé, y lo que tiene para ofrecerle no es suficiente, por eso crea inconscientemente una representación de ese espacio yermo que el bebé tendrá cuando nazca: el falso útero.
También puede existir un rechazo inconsciente a la maternidad, quizás esta mujer piense que no quiere ser madre. Sin embargo, tiene dos úteros. Es posible por tanto que ella crea que no desea ser madre, cuando en realidad lo que hay es un miedo inconsciente a serlo.

¿Piensa esta mujer que no será una buena madre? Sería interesante averiguar qué relación tiene o tuvo con su madre física o de crianza, cómo fue su embarazo y concepción, y llegar así a la raíz de este miedo que le impide ser lo que ella quiere ser.
¿Cómo sano mi endometriosis?
La mujer que se bloquea su capacidad de concebir cuando desea tener hijos está bloqueando también el arquetipo de La Madre, por lo que el ciclo menstrual tampoco fluye de manera armoniosa. Síntoma de aviso de endometriosis puede ser por tanto dolores menstruales intensos, igual que dolores en el abdomen o a la hora de ir al baño.
También al bloquear este arquetipo nos perdemos todo lo que nos aporta: sentir y expresarnos con el amor, conectarnos con nuestra belleza interior y exterior, nos afectará a nuestras relaciones con el entorno, nos costará darle forma a nuestros proyectos y hacerlos crecer. Tendremos una Madre tibia e incluso ausente.
Vamos a visitar al herbolario y a pedirle malva y tomillo para nuestras infusiones,y vamos a acompañar con la flor Star of Bethlehem (Estrella de Belén).
La endometriosis se interpone a mi necesidad de ser madre creadora, por lo que trabajo en la liberación de las memorias de mi linaje materno que me impiden crear a mi manera sin miedo ni juicios, y permito a mis semillas que broten y que florezcan.

Frases empoderantes para la Mujer que habita en Mí
- Mi Útero siempre está lleno de Amor Incondicional
- Gesto en mí a mis hij@s, ideas y proyectos
- Creo y lleno mi hogar con todos mis deseos
- Allá donde yo vaya, mi hogar va conmigo
There’s no place like home (Se está mejor en casa que en ningún sitio)
El Mago de Oz
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