Seguramente al ver el título de este post te estés preguntando qué tiene que ver una cosa con otra. Quizás mucho más de lo que imaginas, ya que, por un lado, nuestro ciclo menstrual alberga poderes femeninos, divinos y ancestrales, que desconocemos, y por otro el Tarot es una de las herramientas terapéuticas y espirituales que existen. Vamos a descubrir qué pueden hacer el uno por el otro y como entre los dos te pueden ayudar.
La energía cíclica
Un buen punto de partida es entender cómo se mueve la energía evolutiva. No es lineal, ya que no partimos de un punto de inicio y llegamos a una meta final. Es cierto que cuando llega nuestro cumpleaños nos hacemos un año mayores, nuestra edad aumenta una cifra, siguiendo una secuencia numérica lineal, pero desde nuestro cumpleaños actual al siguiente pasará un año donde volveremos a vivir cuatro estaciones, volverá a terminarse un año y empezar otro. Hay elementos que se repiten, que son de características iguales pero los acontecimientos cambian. El verano pasado yo tenía un año menos y lo que viví será diferente a lo que viva el próximo verano, que tendré un año más, pero habrán elementos comunes: volverá a hacer calor, volverán a haber más horas de sol, volverán las vacaciones. Es como si volviésemos al punto de partida sin retroceder en el tiempo, sino con la experiencia y vivencias de lo vivido durante ese ciclo. Eso es evolucionar.
En el Tarot lo vemos muy claro porque El Loco, el Arcano sin número, se coloca tanto al principio como al final de la baraja, abriendo y cerrando el gran viaje hacia una misma y su conexión con el Universo. En el ciclo menstrual lo vivimos cada mes, cuando el óvulo no fecundado inicia su viaje hacia el útero y desde ahí es expulsado hacia el exterior mediante el sangrado. Cada fase del ciclo tiene su energía particular. Si conoces las propiedades de cada una y te dejas acompañar por los Arcanos del Tarot, aunque no seas tarotista, podrás aprovechar mejor tus dones y herramientas personales, por lo que estarás más conectada contigo misma y serás más productiva.
La fase preovulatoria
En este Blog ya hemos hablado de las fases del ciclo menstrual a través de los cuatro Arquetipos Femeninos que representan la energía cíclica menstrual, a las que llamo Las Arquetipas Menstruales. También te hablo de ellas largo y tendido en mi canal de YouTube.
La fase preovulatoria inicia cuando termina el sangrado menstrual. En este momento en uno de nuestros ovarios se está gestando un óvulo que será bien fecundado o expulsado con la hemorragia menstrual. La energía que se manifiesta en esta fase es activa, fuerte, de acción, ligera. Es un buen momento para iniciar proyectos o planear estrategias personales y profesionales. El Arquetipo femenino de esta fase es La Guerrera porque tiene determinación y ganas de luchar positivamente por sus objetivos, aunque también se la llama Doncella porque tiene la capacidad de tomar iniciativas, de ver el mundo con ojos nuevos.
En el Tarot de Marsella original yo veo esta energía en El Loco, porque éste se lanza a la aventura de la vida desde la incertidumbre. También veo a El Carro, porque es una fase de avance importante. Para mí, como te comenté en el artículo de Las Arquetipas Menstruales, La Guerrera se representa con diosas como Iansá, perteneciente al panteón yoruba. En la baraja del Tarot Afrobrasileño, que te la recomiendo si dominas bien el Tarot, aparece representada en el Arcano de La Fuerza, lo cual tiene mucho sentido porque esta Fuerza está dominando nuestra sombra y La Guerrera tiene su energía hacia el exterior, y no será hasta más adelante cuando se recoja en sí misma.

Aquí tienes en el centro una imagen de Doncella del Oráculo de la Luna Roja de Miranda Gray. A su izquierda ves a la guerrera Iansá dominando el viento en el Arcano de La Fuerza y a la derecha ves a El Carro del Everyday Tarot, una baraja preciosa y minimalista no recomendada para principiantes.
La fase ovulatoria
Una vez que el óvulo ha madurado para ser fecundado, sale del ovario y viaja a través de la trompa uterina o de Falopio hasta el útero, donde esperará al espermatozoide más rápido. Durante esta fase la energía es cálida, amorosa, con la misma apertura al mundo pero con una escucha interior muy potente. El Arquetipo de este momento recibe el nombre de Madre, porque es capaz de crear vida en su útero y en su corazón. No siempre gestamos bebés, también ideas, sueños y proyectos. La energía del amor se vuelve intensa, por eso esta Madre que ama se convierte en Amante.
En el Tarot de Marsella la representante como tal es La Emperatriz, la mujer física, presente y conectada consigo misma, con su útero. La mujer que gobierna y se gobierna. También la plenitud con la que resuena nos remite al Arcano de El Mundo, donde todo el Universo está en ella. Curiosamente, la Diosa Ovulatoria para mí es, dentro del panteón yoruba, Oxum, que es madre, reina y próspera. En el Tarot Afrobrasileño aparece representada como La Estrella, lo que nos vuelve a remitir la conexión desde mí con el Todo, con el Universo. Soy madre creadora de vida y vengo de la vida que me concedió el Universo. Como canta Rachael Sessions en “Todo cura”: Llevo llevo medicina adentro, llevo llevo el Universo adentro.
Aquí ves a La Madre del Oráculo de la Luna Roja de Mranda Gray con un corazón en las manos, y a su izquierda a Oxum como La Estrella. Al lado de esta Diosa tenemos a La Emperatriz del Everyday Tarot y en el otro extremos puedes ver a otra Emperatriz del Sun and Moon Tarot. Estas dos Emperatrices están embarazadas si te fijas bien.

La fase premenstrual
Como este óvulo no ha sido fecundado, entiende que llega el momento de su retiro. Debe abandonar el que creía que sería su hogar los próximos nueve meses y se lleva consigo todos los elementos de acogida y nutrición que el útero le proporcionó, que es el endometrio, la causa principal del sangrado menstrual. El Arquetipo de esta fase es La Hechicera, la que conecta con la voz interior y reconoce los mensajes de dolor y tristeza del desapego pero también los de poder y transmutación personal. En el Tarot de Marsella la identificamos con El Colgado, el que suel ta el control y el apego y rinde a la incertidumbe y el fluir. Todo ello implica un gran ejercicio de confianza y de enfrentamiento a la sombra propia, que aparece con el Arcano de El Diablo. La Diosa yoruba que para mí representa esta fase es Pombagira, no considerada como Diosa, por lo que no tiene representación en el Tarot Afrobrasileño, por lo que te traigo a otra Diosa del mismo mazo, una no tan conocida pero muy poderosa: Ewa, la que domina la videncia y la intuición.

En esta ocasión La Hechicera del Oráculo de la Luna Roja de Miranda Gray se coloca en el centro de la imagen, respaldada por El Colgado del Gold Foil Tarot . La Hechicera mira a Ewa, enmarcada en el Arcano de La Luna, que representa, entre otras cosas, la intuición femenina por excelencia.
La fase menstrual
Finalmente se produce el sangrado menstrual. La energía física baja, por lo que el cuerpo pide descanso. Este ejercicio es un detox completo donde limpiamos el cuerpo y el alma. Pequeñas contracciones uterinas expulsarán por la vagina el endometrio, el óvulo no fecundado y los demás elementos preparados para acoger la gestación. Si te fijas bien, no deja de ser un parto donde damos a luz una creación muy propia.
El Arquetipo de esta fase es La Bruja, la que se conecta en silencio con su voz sabia, la que sabe que sólo tiene que estar presente en ella, aislarse de lo superfluo y respetar sus ritmos internos.
En el Tarot de Marsella este Arquetipo se representa en La Papisa, la primera figura femenina que aparece en la baraja, la madre espiritual. También lo vemos en el Arcano XIII, que no tiene nombre, pero al que se conoce comúnmente como La Muerte, representando la transmutación y los grandes cambios cíclicos que nos obligan avanzar y a soltar el pasado.
La Diosa yoruba que resuena en esta fase para mí es Iemanjá, representada en el Tarot Afrobrasileño como La Emperatriz, así que aprovecho y te presento a La Papisa de esta baraja, que es Naná Baruqué, la Diosa Anciana, la que dio vida a Iemanjá, que después daría a luz al resto de deidades. Curiosamente, La Bruja también es conocida como Anciana Sabia.
La Bruja del Oráculo de la Luna Roja de Miranda Gray se acompaña a su izquierda de La Muerte del Sun and Moon Tarot, que en esta baraja recibe el nombre de Muerte-Renacimiento. A su derecha el Arcano de La Papisa aparece representada como Naná Baruqué, la abuela de la Vida.

Apuntes finales
Como has podido comprobar, la energía cíclica da para mucho y el Tarot tiene mucho que ver con el ciclo menstrual. Sepas más o menos de una herramienta u otra, te dejo algunos tips para que puedas empezar a trabajar con todo esto:
- Empieza reconociendo en ti la fase del ciclo menstrual en la que estás. Puedes leer si quieres mi entrada sobre los mensajes de la menstruación y el autoconocimiento menstrual.
- Si no conoces el Tarot o acabas de iniciarte, te recomiendo que utilices barajas básicas como el Tarot de Marsella o el de Rider Waite. El Gold Foil Tarot es la versión dorada del Rider Waite, pero busca mejor la versión a color, te será más fácil sentirla.
- A medida que conozcas bien la energía arquetípica menstrual y la del Tarot encontrarás más relaciones entre ellas y añadirás más diosas y referentes. Aquí te he presentado una pequeña muestra de cómo yo trabajo.
- Si no menstrúas, fíjate en las fases de la luna para saber qué energía arquetípica está rigiendo. Te cuento más de esto en mi post sobre las Arquetipas Menstruales.
- Si quieres saber más sobre Tarot y energía femenina, te recomiendo mi entrada sobre el Tarot Femenino, con una primera parte y una segunda parte.

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