Vemos que las caras visibles de La Luna y El Sol son masculinas y las ocultas femeninas. El Tarot es patriarcal, y eso de a poco lo iremos modificando. Pero os tengo una buena noticia al respecto: tenemos un Arcano que es andrógino, y que fusiona ambos principios en ambas caras.
El Diablo representa ese diálogo interno en el que tomamos decisiones fuertes, en las que asumimos riesgos. Es el juicio interno, donde nos planteamos nuestros principios, en la que descubrimos nuestra sombra y nuestras manchas, en la que nos encontramos con los instintos básicos y en la que se mueven nuestros conceptos del ser, del femenino, del masculino.
Es en esencia nuestro chakra 1, nuestra sexualidad sagrada ya fusionada. Nuestros conceptos del bien y del mal se mueven ahí, lo que no nos atrevemos o nos permitimos hacer y decir están ahí, y no hay más testigos que nosotros mismos. Es ese quiero, ese deseo, y no puedo, porque la única jueza, el único juez, soy yo.
Muy revelador…
Gracias por mostrar Caminos, Lorena…
Gracias a ti, espero que te sirvan hermano!! <3
Maravilloso! Uniendo nuestra sombra, haciéndola visible, es como podemos conectar con nuestra verdadera esencia y descubrir nuestros dones y talentos ocultos. Y esa es la carta del Diablo. Muy bonita labor la que haces y mucha sabiduría en tus palabras 🙂
Muchas gracias!!! Es cuestión de encontrar nuestro ángel y nuestro diablo internos y fusionarnos, dándonos cuenta de que no somos ni bondad ni maldad pura, sino una mezcla perfecta de ambas polaridades <3